EL DIA DE LOS MUERTOS

O más correctamente llamado, día de todos los difuntos.

Tradicionalmente, en este día siempre se han visto las carreteras que van desde los pueblos a los cementerios llena de gente yendo o viniendo, con cubos en las manos, con flores... Limpiar las tumbas, ponerles flores, que estuvieran cuidaditas y presentables, era o es simbólicamente como demostrar que nos seguimos acordando del muerto, que el muerto no está sólo y abandonado, que aquí nos tiene a nosotros que nos ocupamos de él. Que no lo hemos olvidado.

También era y es, el día típico para comprar huesos de santos y buñuelitos de viento: de crema, de nata, qué ricos....

Hoy día, la invasión americana, está haciendo que los niños celebren esta fiesta de una forma muy diferente. Le llaman Halloween. En la noche de ayer mis dos hijos han salido disfrazados de muertos, o algo parecido. La verdad es que se lo pasan muy bien, aunque a mí me parezca una fiesta muy alejada a nuestra cultura, ellos se divierten, cada tiempo tiene lo suyo...

La muerte. Esa cosa que nos evoca el color negro, el llanto, el sufrimiento, las ánimas benditas del purgatorio, los cementerios, los fantasmas.....Pero, ¿y si resulta que la muerte no es nada? ¿Y si resulta que es mucho más dramática vista desde esta orilla? ¿Y si supone una liberación el abandonar la cárcel del cuerpo-materia con sus dolores, demandas y achaques? ¿Y si más que irse es volver: volver al estado puro del alma...? ¿Y si a la vez que nos separamos de nuestros seres queridos (sólo materialmente) nos encontramos con otros que también queremos y que murieron antes? ¿Y si la muerte es amor, es conocimiento? ¿Y si es amable, y si es dulce, y si es como una película de ciencia ficción hecha realidad donde nosotros somos los protagonistas?

Ya sé que algunos (sí, claro, me refiero a ti, y a también a ti, lo hemos discutido tantas veces...) de los que vais a leer esto pensáis que estoy loca por pensar así. Que esto no se puede comprobar científicamente, y por lo tanto no se puede creer. Pero tampoco se podía comprobar que la tierra era redonda cuando se dijo por primera vez, y, sin embargo, sí lo era; y eso es sólo un ejemplo, hay miles a lo largo de la historia. El no poder demostrar científicamente algo, quiere decir exactamente eso: que no se puede demostrar, pero no que no sea.

Fuere como fuere, yo esta noche no me he disfrazado de muerta, ni de bruja, ni de maga, ni de fantasma. Me he disfrazado de viva, y espero seguir con este disfraz por mucho tiempo.Y ustedes que lo vean.....