ALEJARME
Me desgarra alejarme
en la mañana fría.
Un paso, otro paso...
Y ya está: ya me he ido.
Me desgarra, y me alejo.
Mi cuerpo me obedece:
un paso, otro paso...
guardo las llaves, nos vemos.
Otra vez desgarrada.
Ya me he ido de nuevo.
En la mañana fría.
Como tantas mañanas...
que suman ya infinito.
Como un actor que espera
salir al escenario;
y da un paso, y otro paso...
ya está, ya es otro, ¡actúa!
Me voy. Comienza el acto.
Y finjo, y me coloco
el disfraz que me toque.
Y ya está. Y ya me he ido.
La mañana está fría.
posted by Dolo at
2:06 AM
6 Comments:
“querer quedarse queriendo irse” escribió Alejandra Pizarnik. Desgarrador, sí. Porque, cuando tal tensión está presente, nunca nos vamos ni nos quedamos del todo.
Un abrazo.
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ralero, at 6:55 AM
El universo es tan brutalmente relativo que nunca sabremos lo lejos o lo cerca que estamos de los caprichos del azar, da igual irse o quedarse, siempre estaremos naufragando.
Vino y besos
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Anonymous, at 4:57 PM
Bueno. . . la vida es un teatro, como decían Calderón y Shakespeare entre otros.
La ambigüedad intencionada o no hace grande a la obra literaria. Bien, Dolo, bien.
Ósculos.
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Anonymous, at 8:27 AM
Creo que cuesta trabajo salir al escenario todos los días, porque a veces no sabemos muy bien de qué va la obra.
¡Muy bonita Dolo!
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Charo Barrios, at 9:39 AM
Pizarnik, Calderón, Shakespeare...
Si hay que citar, se cita:
"Me voy, me voy, pero me quedo, / pero me voy, desierto y sin arena". Miguel Hernández: El rayo que no cesa.
"El simulador pretende ser lo que no es. Su actividad reclama una constante improvisación, un ir hacia adelante siempre, entre arenas movedizas. A cada minuto hay que rehacer, recrear, modificar el personaje que fingimos, hasta que llega un momento en que realidad y apariencia, mentira y verdad, se confunden. De tejido de invenciones para deslumbrar al próximo, la simulación se trueca en una forma superior, por artística, de la realidad. Nuestras mentiras reflejan, simultáneamente, nuestras carencias y nuestros apetitos, lo que no somos y lo que deseamos ser." Octavio Paz: El laberinto de la soledad.
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Anonymous, at 11:28 AM
Tomando como metáforo el teatro de la vida, me quedo con el papel de Javier Poncela en la película "Martín H"; qué mejor actuación que plantarse ante ciertas "obras" y bajarse del escenario.
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Anonymous, at 1:14 PM
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