GAFAS DE CERCA: January 2010

GAFAS DE CERCA

Saturday, January 30, 2010

LIENZOS EN BLANCO

Un retratista de la Plaza Mayor de Madrid descubre en sus retratos, sin él buscarlo, el alma de aquellos a los que dibuja.

En un museo de Florencia los personajes de un cuadro cobran vida por las noches, creando el terror en los vigilantes nocturnos.
Leonardo da Vinci, una vez muerto, cuando ve a Dios quiere volver otra vez a la Tierra para pintarlo de nuevo....
¿Es que el arte se ha vuelto loco? No. Es que el arte es misterio, magia, ilusión, en este nuevo libro de mi amigo Félix Amador Gálvez, titulado "Lienzos en blanco", que consta de diez relatos cortos, y que ha sido publicado recientemente por la Diputación de Huelva. Merecidamente.
Con un leguaje exquisito (cada vez escribes mejor, Félix), y un rico bagaje cultural, nos lleva a un viaje a través de distintas ciudades europeas y épocas diferentes, en las que la pintura cobra poderes paranormales (si es que el arte, en cierto modo no las tiene siempre). El arte brujo. El arte más allá de las fronteras del tiempo, del espacio, y de lo que cotidianamente llamamos realidad.
Tenéis que leerlo.
Enhorabuena, Félix!!
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Otros libros de Félix:

Saturday, January 23, 2010

Y LA CARNE SE HIZO VERBO...

Escucho cada sábado y cada domingo, el programa de Onda Cero, presentado por Isabel Gemio, "Te doy mi palabra". Es una gozada escuchar la radio en la cama, sin tener que madrugar, la verdad. El pasado sábado , haciendo honor al nombre del programa, propusieron una especie de juego: resumir la propia vida en cincuenta palabras. Como me gusta todo lo que a palabras se refiera, he seguido el juego.
Os animo a hacerlo, es curioso.
Recordando desde mis primeros momentos en este mundo hasta el día de hoy, me salió ésto:
Luz, sueño, hambre, movimiento, nanas, apego, juguetes, papá, mamá, mar, flotador, colegio, timidez, palotes, amigas, cumpleaños, hermano, celos, campo, playa, instituto, tonteo, complejos, música, poesía, libros, ideales, enamoramiento, universidad, conocimiento, ansiedad, independencia, trabajo, sexo, maternidad, alegría, dolor, hijos, sacrificios, biberones, desamor, muertes, miedo, crecimiento, reencuentro, Algarabía, letras, complicidad, renuncia, gafasdecerca.
En el programa del domingo, bajaron el número de palabras a diez. La resumí así:
"Nací para ser poeta. Descubrí que amar también merecía nacer."
O también se me ocurre ésto otro:
"Escribí libro, parí; no planto árbol, para no morirme todavía."

Sunday, January 17, 2010

¡¡HAITÍ, QUÉ DOLOR !!

En determinadas condiciones es heroico vivir. Cuando morir es tan sencillo y vivir tan difícil, ¿qué impulsa al ser humano a seguir viviendo? ¿Es sólo el instinto de supervivencia o es algo más...? Los supervivientes de Haití hoy para mí son héroes. ¡¡Plantarle cara al hambre, al miedo, a las heridas, a la tristeza, a la sed, a la pérdida, al dolor, al horror, al desamparo, a la impotencia...!! La Tierra tal vez quiso dar un tirón de orejas a las conciencias. O tal vez tembló de miedo al ver la indefensión en que viven tantos hombres, mujeres, niños. Pero sea como sea, se equivocó de estrategia: al tembrar sembró más desgracia, más dolor, si es que la palabra dolor puede abarcar lo que les está ocurriendo a los seres humanos de Haití. Para ayudar a los supervivientes de esta enorme tragedia pincha aquí: http://www.ayudahaiti.es/

Sunday, January 10, 2010

UNIÓN

..............A mi madre Pasa la vida, por ti, por mí, por nosotras. Yo, de niña a mujer, tú, de mujer a anciana. No hemos dejado nunca de discutir, ni dejaremos. ¡Somos tan diferentes! Pero sin embargo, el cariño perdura, incluso crece. No sé qué haría sin ti, ya te lo he dicho; has de llegar a los cien, si no, me enfado. La vida sin ti sería un valle seco. Y yo, sería una niña perdida en una ciudad extraña, en un planeta solo en mitad del espacio. A quién llamar cada mañana, para contarle todo. Nuestros desencuentros mueren en el beso de buenas noches. Tus ideas y las mías son palabras antónimas que en la lucha se hicieron amigas. Te quiero, mamá, no sé si te lo he dicho. También mis hijos te quieren, el amor se prolonga. Ahora bajaré a leerte este poema, y lloraremos juntas…

Sunday, January 03, 2010

YA VIENEN LOS REYES MAGOS...

"La enseñanza principal de la Noche de Reyes es que el regalo más grande que podemos hacer a los niños es el regalo de una historia que les haga sentirse amados" Gustavo Martín Garzo ................

Ese cinco de Enero en casa había lentejas para almorzar. A la niña las lentejas le gustaban mucho, pero ese día, con los nervios, no tenía manera de acabar el plato. Su madre le amenazó:
-O te acabas todo, o no vas con tu padre a La Residencia. Para la niña ir con su padre a La Residencia el cinco de Enero, era lo más especial que le pasaba cada año. Se sentía, reina por un día, protagonista de un cuento. Melchor, Gaspar, y sobre todo Baltasar eran recibidos en la puerta de la Residencia por papá, donde había un letrero que ponía "Hospital Manuel Lois" y que este año por primera vez era capaz de leer sola. Primero, papá les invitaba a unos dulces y un vinito, y luego les guiaba por ese inmenso Hospital, hasta llegar a las habitaciones de los niños que estaban malitos. Y los Reyes Magos les daban juguetes a dichos niños y niñas, los cuales estaban metidos en cama unos, andando con sus pijamas puestos, otros; unos pijamas idénticos para todos... Los niños abrían los ojos de par en par cuando les veían entrar en la habitación, y se quedaban sin palabras, y asentían con la cabeza cuando Melchor les preguntaba si habían sido buenos. La niña hacía todo el recorrido de la mano de su papá, los Reyes la llamaban por su nombre, siempre sabían alguna cosa de ella, si había sacado buenas notas, si esta vez en gimnasia había tenido un seis por no querer hacer la vuelta de campana, si había sido un poco desobediente...También sabían que tenía un hermanito pequeño y le preguntaban si lo quería mucho. Ella casi no contestaba, su habitual timidez se veía multiplicada por infinito. Al acabar el recorrido los pies de la niña ya no tocaban la realidad. Le parecía estar soñando, la gente se agolpaba al paso de la comitiva; enfermeras, médicos, celadores, enfermos, monjas y familiares saludaban a los Reyes, y estos les daban caramelos, para todos tenían palabras amables. Papá pisaba seguro, con pie firme, conocía el terreno, y ésto le daba una seguridad muy grande a la niña. La seguridad de papá en medio de todo aquel tumulto era lo único que la retenía al suelo para no salir volando como un globo inflado de magia. Los guantes blancos de Melchor, el extraño color de cara de Baltasar, las estrellas de la capa de Gaspar, las sonrisas, los caramelos, los pijamas de los enfermos, la emoción de las madres, las batas blancas, los juguetes nuevos , todos eran luces, destellos, ilusión, unas cosas se confundían con otras, la realidad quedaba muy lejos, hacía siglo que se quedó en casa con mamá y el niño. En la puerta papá despedía a Sus Majestades, que volvían a decirle a la niña lo del seis en gimnasia que había que mejorar, y que había que ser buena y querer al hermanito, y ella les oía, silenciosa, con una sola preocupación: "¿Le dejarían esta noche la cocinita y el coche de capota?" Pero muda como estaba no se atrevía a preguntar, y esa incertidumbre se le quedaba dentro, durante todo el tiempo de la cabalgata, cuando ya los reyes no eran de ella sino de todos los niños de Huelva, y los veía de lejos, perdiéndose entre una nube de luces, caramelos, manos levantadas, ojos brillantes,música, griterío, y una ilusión que parecía materializarse en el aire, como si los Reyes al pasar transformaran la realidad a su paso, y las calles de todos los días ya no parecían las mismas calles... ¿Cómo iban a ser esas calles las mismas que atravesaba para ir al colegio todos los días? ¡¡No se parecían en nada!! Las de todos los días eran calles vulgares, las del cinco de Enero, eran mágicas, etéreas. Y luego, al llegar a casa, con el pijamita puesto, a salvo ya del frío, seguía temblando por dentro: "¿ Y si no me traen la cocinita, y si no me traen el coche capota, y si me dejan carbón..?". Esa inseguirdad que acompañaría siempre a la niña, incluso cuando ya no fuese una niña, hacía que a la mañana siguiente no quisiera abrir los ojos, cuando mamá y papá, le decían ilusionados:
-"¡¡Abre los ojos, mira, abre los ojos!!"
Y ella preguntaba,con los ojos tapados:
-"Mamá, ¿me han dejao algo?". Y mamá le aseguraba que sí, y sólo entonces, con esa certeza se atrevía a abrir los ojos, y veía la conicita y el coche de capota, no como simples juguetes, sino como mucho más: como la confirmación de que había sido buena, que no merecía un castigo, y que los Reyes Magos la querían a pesar de haber sacado un seis en gimnasia, y de haber sido un poco desobediente.