EL CARACOL RAMÓN
Jose Manuel Alfaro, escritor moguereño, me invitó a participar en el cuenta-cuentos que se celebra en su preciosa librería una vez al mes. La librería (también vende vinos...) se llama La Taberna del Libro, y es bonita,original, y llena de vida y cultura. Fue pues, un placer para mí, tener ese encuentro con los niños moguereños.
El segundo grupo con el que estuve, eran niños de siete a once años, un poco mayores que los del primer gurpo, y fue realmente bonito hablar con ellos, leerle algunos poemas y comentar con ellos las preguntas de "Algarabía", qué cosas se les ocurría... Alguna de las niñas incluso me confesó que hacía poesías, pero que aún no había dado el paso de plasmarlas en el papel (sólo las pensaba). Le animé a que lo hiciera.
El primer grupo eran muy chiquitines de edad, pero participaron mucho y estuvieron muy graciosos. Les leí las andanzas del Caracol Ramón, personaje mascota de fichas infantiles, que un día se escapa del papel porque era muy curioso....
Lo escribí cuando mi hijo Luis tenía tres años y tenía que colorear (muy a su pesar) al Caracol Ramón, un día sí y otro también.
El cuento es largo, no lo voy a poner aquí, aunque sí pondré el poema del final. Aunque sea un poema infantil, y vosotros seais lectores adultos (qué fea suena esta palabra algunas veces...), qué os parece si la leeis con vuestra parte de niños, que todos la tenemos...
Poema del Caracol Ramón:
Yo tengo un caracol
que no es un caracol cualquiera,
es el caracol Ramón
y vive en mi cartera.
Me gustan los caracoles,
los que viven en la tierra
y los hay a montones.
Pero el que más quiero yo
es el que vive en mis fichas:
el Caracol Ramón.
Lo pintamos de amarillo
y se ríe, el muy pillo.
Lo coloreamos de azul
y se acuesta, el muy gandul.
Lo coloreo de rojo
y se hace el cojo.
Le pegamos papelitos
y pega gritos.
Y cuando lo recortamos
se pone malo.
Y cuando llego a casa
lo hago con plastilina,
para no ensuciar la sala
me pongo en la cocina.
El caracol Ramón
llegó en septiembre
a mi corazón.
Cuando yo fui al cole
como un niño mayor.
Y aunque sólo tenía tres años
el caracol Ramón
no me hizo daño.
Porque todos me querían,
mi seño era muy buena,
y mamá me recogía.
Por eso, el Caracol Ramón
me cayó tan bien.
Cuando le vi en su casita
de papel.
¡¡Caracol Ramón,
no saques los cuernos al sol
que en mi bonita clase
te quiero yo!!
3 Comments:
Genial, Dolo. No dejes de concretar la idea que me expresaste esta mañana.
By Paco, at 7:37 AM
Nunca viene mal un soplito de niñez y este poema dedicado al caracol Ramón, es un benigno huracána estas horas.
Imagino lo que disfrutarías el acto. Enhorabuena
Besos
By Trini Reina, at 12:14 AM
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By Anonymous, at 7:51 PM
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