QUE NADA NOS ARREBATE LA ALEGRÍA
El tiempo sigue su curso inexorable y baja del cielo en todo su esplendor el año trece –que casi no llega, según predicción maya-. Cómo será, bueno, malo, nos preguntamos. No será ni bueno ni malo, lo escribiremos nosotros. Cada uno dentro de las circunstancias externas e internas que nos depare este pequeño trocito de los vaivenes del tiempo, decidirá cómo vivir... cada día, cada minuto. Las circunstancias condicionan, y mucho, pero no deciden. Decidimos nosotros.
Presuponiendo unos mínimos de dinero y trabajo –que desgraciadamente no todos tienen, y menos en este confuso cambio de año, ¡¡o de era!!- le pido a dios, o al cosmos, o a esta conjunción de casualidades misteriosas, extraordinarias, llamada vida, sólo dos cosas: salud y alegría.
Bueno, y amor, si no, para qué.
Y eso mismo os deseo a vosotros, mis amigos y amigas de internet -blogs, facebook, twitter- donde cada uno aporta un trocito de lo que es, sí de lo que es, no nos engañemos, porque en todo lo que hacemos nos proyectamos, también en estos nuevos medios. Al fin y al cabo somos seres humanos comunicándonos, ni más ni menos. Con la ventaja de que no hay espacio físico que pueda separarnos. Para mí es un placer poder percibiros cada día, que me dejéis acceder a un pequeño trocito de vuestras vidas. Y por supuesto, poder compartir con vosotros cuanto escribo, y recibir de vuelta vuestros comentarios, vuestro apoyo incondicional, eso, como diría el anuncio, no tiene precio…Me dais mucho: gracias.
A vosotros, amigos y amigas, os deseo lo que para mí, salud y alegría. Ah, y amor. Para qué si no…
Feliz año 2013. De corazón.