GAFAS DE CERCA: October 2013

GAFAS DE CERCA

Sunday, October 27, 2013

SU ESPUMA, SÁBANAS BLANCAS



Me he sumergido en el mar
como quien regresa al útero materno.

He subido y bajado con sus olas
como si fuera mi amante.
 He besado su salitre
como una enamorada impaciente.
Y he jugado con la marea
como una niña con la vida.
Su espuma,
blancas sábanas, su luz
un guiño de los dioses.
Me he dejado balancear
como un bebé acunado.
Y luego, me he ido
con el cuerpo armonizado
y saldadas las cuentas con el universo.

Saturday, October 19, 2013

SONRÍELE, NO ES INVISIBLE


No es invisible.
Sonríele.
No es menos que tú

porque le parieran en otro lugar
y haya llegado hasta tu calle
arriesgando su vida.
Tu calle no es tu calle,
sólo, por azar, naciste en ella.
Si no quieres,
no le compres pulseras,
no le compres cedés.
Pero míralo al menos.
Su sonrisa blanca,
sobresale mucho en esa cara
 tan tan negra.
Es bella.
Si él puede sonreírte a ti,
 tras una larga lucha,
tú, que cuando viajas,
lo haces por placer, y con pasaporte
también puedes sonreírle
a él.
No pierdas la perspectiva:
eres tan sólo un ser humano.
Como lo es él, como lo somos todos.
No es invisible: sonríele

Thursday, October 17, 2013

RECONOCIMIENTO MÉDICO

Desde la sala de espera
lúgubre, triste y deprimente
la vida se percibía como algo horrible.

Miedo y sufrimiento.
 El valle de lágrimas del que hablan

las religiones.
 Matrimonios ancianos
habían madrugado para hacerse
desagradables pruebas.
Y un hombre amarillento
esperaba resultados
como quien espera una sentencia.
Ya en la calle,
y con el veredicto de “todo bien” en mano,
la mañana fue recobrando el color:
las personas cobraron movimiento,
una pandilla de pájaros cruzó el cielo,
el ruido del tráfico se hizo reconfortante,
y empezaron las calles a funcionar con sentido.
Un taxista me llevó a la otra orilla
mientras ambos intercalábamos comentarios.
Ya zambullida del todo en la rutina diaria
me olvidé de que existe otra cara,
otra versión mucho más fea
de esta misma cosa llamada vida.

Friday, October 11, 2013

EN UN LUGAR LLAMADO FACEBOOK


En un lugar llamado facebook,
-ojalá tuviera un nombre más castizo-
entro y salgo como Perico por su casa,

y no me avergüenzo de decirlo.

Hay quien dice que es un escaparate,
que no hay intimidad, que qué rollazo,
que qué poco nivel, que mejor twitter,
y se ríen un poco de quienes lo usamos.

Menos puritanismo cultural, y menos pose.
Es un medio altamente gratificante.
Compartir lo que uno siente, lo que piensa.
Conocer a gente interesante.

Comunicarse con el que está lejos.
De lo que ocurre alrededor, informarse.
Ver la realidad con los ojos de otros.
Sonreír con un chiste o una frase.

Admirar fotos, hacer tertulia,
Sentirse cerca de gente que nunca viste.
Rendir homenaje al que se fue.
Recibir el biofeedback de lo que escribiste.

Reivindicar junto a gente que comparte ideas.
Echar un poco de sal a la vida.
Compartir recuerdos de tiempos pasados.
Encontrar gente que diste por perdida.

¿Lado negativo? Claro, como en cualquier cosa,
todo depende de qué uso se le damos.
Pero viva la tecnología que nos permite

nuevos medios de comunicarnos.

 En un lugar llamado facebook,
de cuyo nombre sí quiero acordarme,
voy a seguir entrando, entrando,
mientras tenga vida y existan los cables.

En un lugar llamado facebook,
-cuyo nombre quisiera cambiarle-
he hecho muchas amistades de verdad
entre los seiscientos amigos virtuales.

Porque para conocer a una persona,
al fin, la palabra, es lo que vale.

Saturday, October 05, 2013

INTERLINEADO


Me hundí de repente en el fondo de un pozo,
de un pozo hecho de tardes calurosas

 en las cuales, mi año de nacimiento
me disparaba sin piedad a bocajarro.
Me hundí de repente en el fondo de un espejo,
en el que no me gustó lo que me hablaban los otros,
porque lo que yo deseaba era tan bonito
que no podía hacerse real en esa realidad tan fea.
Me hundí de repente en el fondo de una pecera,
en la que me sentía extraña porque no era la mía,
y los peces hablaban otro idioma, y yo estaba insegura,
y seguía teniendo calor, aunque estuviera en el agua.
Ahora comprendo que no era para tanto,
que a veces planetas y hormonas hacen extraños conjuros,
y nos hacen creer que nos hundimos en la tarde
pero es sólo cansancio vulgar, como diría Silvio.
Ahora comprendo que en tardes así
si se es cobarde para hablar, como yo lo soy,
es mejor encerrarse en la habitación a solas,
con un libro para calmar la mente,
y un ventilador para el calor sofocante.