GAFAS DE CERCA: November 2015

GAFAS DE CERCA

Saturday, November 28, 2015

CINEMAR SAN FERNANDO

 
 
En cuanto se levantaba y antes incluso de desayunar el pan con aceite y sardinas, se asomaba a la calle Ancha a ver las carteleras.
Estaba justamente sujeta a la tapia trasera de su casa, era completamente rústica, las tres fotos en un recuadro de madera y el horario escrito a mano en una especie de pizarra. Tres películas cada día: la del cine Saltés, la del cine Pescadores, y la del cinemar San Fernando.
Qué ilusión le hacía ver si alguna de las tres era para niños (apta para todos los públicos). Casi siempre alguna se salvaba de la prohibición de “mayores de catorce”, o la ya insalvable, “mayores de dieciocho”, que en su casa (católica, apostólica y romana) se seguía al pié de la letra.
La niña y sus amigas iban al cine de verano como quien va a una fiesta, con la rebeca por si hacía frío (antes, en Punta Umbría refrescaba por las noches, ahora con el cambio climático…) y bien provistas de chuches, que compraban en el puestecillo de la Plaza Pérez Pastor, después de superar el primer asalto: llegar hasta el quiosquero en franca competición con una chiquillería alborotada que pedía el chicle Nina o los cigarrillos de chocolate, o los pita-gol, o los chupa chups Koyak..., a gritos y dando empujones.
En el cine Pescadores los niños y niñas estaban más quietecitos, por el simple hecho de que tenía techo, y eso le daba un toque de formalidad.
Pero en el San Fernando y en el Saltés, veían las imágenes casi sin enterarse de los diálogos, tal era el chasquido de pipas estruendoso, además de no parar de hablar, moverse, reír, aplaudir. Pero qué encanto tenían esas películas. Adiós Cigüeña Adiós. El niño es nuestro. Chiti chiti Bang Bang. Siete Novias para Siete Hermanos... Y tantas y tantas.
A la salida, si les había sobrado algo de dinero, compraban ciquitraques, y lo frotaban en algún bordillo, les encantaba ese olor a “pólvora”. En los tiempos actuales, con tantas precauciones, eso sería intolerable, pero en aquella época no había tanto cuidado con esas cosas y, que se sepa, nunca pasó nada con los ciquitraques.
Luego, cada una tiraba para su casa, y el último tramo (el callejón entre La Casa de los Enanitos y la casa de la niña) lo tenía que hacer sola, iba corriendo y muerta de miedo, porque sólo había una triste bombilla que diera un poco de luz.
Pasó el tiempo. La niña se hizo mujer y fue a muchos cines. Mejores, probablemente. Pero nada comparable a aquella emoción de entrar en el Cinemar San Fernando, con sus bombillitas de colores, atolondradamente entre el barullo y la alegría, con olor a bajamar, y bajo el cielo estrellado de las noches de verano.


*Fotografía-dibujo de Francisco (http://objetivoextremadura.hoy.es/fotos-francisco/index.html)

Wednesday, November 25, 2015

DIA INTERNACIONAL DE LA ELIMINACIÓN DE LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER

 
Cosas que hace la mujer y no las hace el hombre ni nunca las podrá hacer:
Parir.

Amamantar.
Y no se me ocurre ninguna otra.
Cosas que hace el hombre y no las hace la mujer ni nunca las podrá hacer:
Engendrar.
Y no se me ocurre ninguna otra.
Ambos amamos, pensamos, lloramos, reímos, analizamos, deducimos, sonreímos, nos enamoramos, nos enfadamos. Ambos podemos ser buenos o malos, adorables, o francamente odiosos. Ambos podemos ser bomberos, maestros, electricistas, astronautas, futbolistas, médicos, jardineros, amas de casa, empleados del servicio doméstico…(Perdónenme que no utilice el doble género pero me resulta muy pesado, dejémosle que fluya con naturalidad).
Ambos somos frágiles en la infancia, sufrimos durante la adolescencia hasta alcanzar una nunca definitiva identidad, nos sentimos amenazados con la vejez y la muerte.
Ambos podemos crear maravillosas obras de arte, quedarnos pasmaos ante la belleza, ser tercos, dañar, abrazar, besar, ayudar.
Ambos tenemos una mente limitada aunque grande como para ser conscientes de nuestra existencia…
Hoy, día 25 de noviembre del 2015, en España, nos indignamos con el burka, pero hasta hace poco, las mujeres llevaban velos, lutos (mi madre estuvo de los doce a los dieciocho años vestida de negro riguroso, no así sus hermanos varones). La ablación nos parece (¡y lo es!) una salvajada, pero en la postguerra las mujeres prácticamente tenían ablación “psicológica”, sobre todo las de familias católicas apostólicas y romanas, tal era la comedura de coco en cuanto al sexo. Aún hoy día hay cosas que no se ven igual en un hombre que en una mujer: por ejemplo, hombre-chica joven, sí, mujer-chico joven, raro, raro. Mujer, ama de casa, respeto, hombre amo de casa, un vago. Mujer sumisa, algo que no llama la atención, hombre sumiso, calzonazo. Hombre alcohólico, desagradable, mujer alcohólica, terriblemente desagradable. Hombre cura,, lo normal, mujer cura, qué es eso. Hombre que ayuda más de lo usual en las tareas domésticas, buenazo, mujer se ventila las tareas domésticas después de venir de trabajar fuera, bueno, lo normal. Y más cosas que ahora mismo no se me ocurren.
Pero lo que de ningún modo podemos tolerar son las cifras de asesinatos hombre-mujer: muchas, demasiadas, terriblemente numerosas. Y por debajo de esta punta de iceberg cuanta dominancia, cuánta intolerancia, cuánta impotencia.
Adoro a mis amigos y adoro a mis amigas. Hombres. Mujeres. Seres humanos. Ambos tremendamente queribles. Pequeños dioses.
¿Respeto? Sí, por supuesto. Y si es no es mucho pedir, también un poco de amor.

Tuesday, November 24, 2015

CUANDO EL DARDO NOS HA DADO CERCA

 
 
 
En estos días se nos hace muy evidente que el mundo está bastante mal, que el ser humano sigue siendo violento e imperfecto, y se nos hace evidente simplemente porque el dardo ha dado más cerca de nosotros, no porque sea algo nuevo ni porque las cosas estén peor.
Siempre están mal. Siempre hay guerras, bombas, hambre, desigualdad, fanatismo. Las cosas malas conviven en esta planeta azul junto a otras buenas (gente altruista, amor, ternura, heroísmo). El día y la noche, el yin y el yang, el mal y el bien.
Ahora, en estos días, en que somos más conscientes de que no todo es perfecto y controlado, aunque aparentemente en nuestro mundo a la medida y en nuestra rutina diaria así lo percibamos, ahora, digo, puede oírse y sentirse a la gente que nos rodea (vecinos, amigos, familia) hablar de estos temas y pelearse, pedir venganza, afianzarse en el racismo. No todo el mundo piensa de igual modo. Evidentemente. Por eso se desatan discusiones, y acabamos reproduciendo la guerra en pequeñito. Tal vez, nuestras discusiones no sean más que la raíz cuadrada de los conflictos bélicos, y viceversa...
Y yo me pregunto:
¿Y si todos los niños y niñas del mundo crecieran rodeados de amor, con unos padres que le dieran a la vez cariño y libertad, y en hogares donde no se vivieran malos rollos…?
¿Y si todos los niños y niñas tuvieran comida suficiente, y las desigualdades, aunque existieran fueran moderadamente aceptables, y se respetara la dignidad de todos los seres humanos y nadie tuviera que hacer cosas horribles para sobrevivir…?
¿Y si todas los niños y niñas supieran leer y escribir, tuvieran acceso al conocimiento, a la cultura, a la música, y crecieran con la posibilidad de desarrollar sus capacidades creativas, y de soñar con un mundo mejor?
¿Esos niños, al crecer, no serían personas mucho más equilibradas, mucho más tolerante, menos crueles, más felices..?
¿Sería entonces bastante más probable que el mundo mejorara, disminuirían las ambiciones desmedidas (petróleo, industria farmacéutica, armamentos y otras lindezas), habría mayor justicia, desaparecía la violencia de género y la violencia en general, se irían extinguiendo las guerras, habría menos xenofobia, no existiría el fanatismo religioso o de otra índole?
¿Sería el mundo más feliz y equilibrado si todos los seres humanos crecieran equilibradamente y rodeados de amor?

Tuesday, November 17, 2015

LÁGRIMAS AZULES



Quisiera saber qué hay
tras tu mirada dulce,

tras tu belleza natural sin estridencias,
tras tus pasos siempre acordes,
tus perfectas maneras,
tu bondad e inteligencia bien encajadas.
Qué daño llevas aguantado
en tus incipientes arrugas,
qué llanto reprimido
en tus concisas explicaciones, en tu misterio.
Quisiera saberlo, ser tu amiga,
acariciar tu secreto, consolarlo,
decirte que nada importa, que todo puede ser,
que te comprendo.
Voy a montar en una barca pequeñita
que quepa por alguna fisura que no hayas sellado
y navegaré por tus entresijos sin descanso
hasta abrir el cofre de la verdad,
y luego,
te ofreceré un hombro en el que llorar
las lágrimas azules que aún no has derramado.

Sunday, November 15, 2015

A VER SI SOMOS CAPACES




A ver si somos capaces.
A ver si somos capaces de comprender

que todos somos seres humanos
con dientes y muelas, con riñones,
pelo, boca, uñas que crecen, resfriados.
Que todos, da igual la piel o el lugar de procedencia,
vamos a morir un día,
y abandonaremos estos cuerpos,
que son prestados,
que no tiene importancia de qué color sean
o qué rasgos los haga diferentes.
A ver.
A ver si somos capaces.
De darnos cuenta que nuestra estancia en el planeta
es temporal, y accidental donde hayamos nacido,
puro azar si comemos o nos morimos de hambre,
si hablamos sirio, alemán, ruso, o brasileño;
si creemos en Mahoma o Jesucristo.
Que lo importante es que nuestra alma vibra
con la belleza, con el amor, con el desasosiego,
que todos desconocemos el sentido de esta vida,
que todos sentimos miedo ante la muerte.
Que estamos aquí juntos
compartiendo espacio y tiempo, desamparados,
sin saber de dónde venimos y adónde vamos.
A ver si somos capaces
después de tantos miles de años
de aprender a ser vecinos solidarios.
De darnos un poco de calor unos a otros.
De no hacernos daño.