GAFAS DE CERCA: October 2016

GAFAS DE CERCA

Monday, October 31, 2016

NOCHE DE HALLOWEEN




Noche de Halloween, ay, noche de Halloween.
¡La tristeza tiene tantos disfraces diferentes!

Y yo sólo tengo hoy una máscara: la tristeza.
Ánimos negros han venido de visita:
¿Os quedaréis mucho tiempo, malditos?
Una pena negra me ha impregna sin previo aviso:
por lo que tuve y no tengo, por lo que nunca tendré.
O quizás el vacío existencial no sea una expresión hueca.
Sólo quiero llorar, como estoy haciendo, en letras negras.
Noche de Halloween, ay, noche de Halloween.
¿Por qué me has caído tan negramente encima?
Los niños ríen vestidos de muertos vivientes.
Los jóvenes celebran que están vivos.
¡Perdonadme difuntos, en la noche de Halloween!
Porque yo, que tengo aún la vida, la que os fue arrebatada,
me siento aplastada, lisa, bidimensional, sin movimiento.
No quiero ir al cementerio, no quiero tristes rosas.
Tampoco quiero fiestas, ellos ya crecieron.
Sólo quiero el mar, negro, como yo, negro.
Irme al triste mar de la noche de Halloween.
Noche de Halloween, ay, noche de Halloween.

Sunday, October 23, 2016

LA CAÍDA DE LOS MITOS



Fin de semana en Ayamonte. Congreso del Bienestar y la Música. Vienen los grandes. ¿Quienes son los grandes? Ana Belén, Víctor , Serrat, Miguel Rios, Kiko Veneno. También Juan José Millas, los hermanos Trueba... Y mucha más gente.
He de decir que chapó por el congreso, interesantísimo y a la vez divertido, y matrícula de honor para Juan José Millas y para
Kiko Veneno.
Pero a lo que voy: como le ocurre a muchos coetáneos míos, para mí Serrat es (era) un mito vivo. Su trayectoria, sus letras, su música. Haber dado un sitio en sus canciones a Machado y a Miguel Hernández. Mucha tela. Un grande.
Pero los grandes también son humanos, y Serrat, en la distancia corta ( me acerqué a regalarle un libro mío, me hacía ilusión...) me ha parecido irritable, poco afable, un poco borde incluso.
Ainsssss, qué pena. Todos somos humanos, los Reyes magos no existen. Todos tenemos defectos y virtudes. Lo que ocurre es que, de los artistas a los que admiramos, sólo vemos lo bueno, la parte brillante, su obra que tanto nos gusta.
Pero la persona es otra cosa. Y, si queremos mantener la admiración intacta, es mejor no acercarnos. Soy ingenua. Aún creo en los cuentos.Tengo que aprender.
Lección aprendida este fin de semana: los mitos no existen. El príncipe es también mendigo, Peter Pan deja de volar a veces, y Joan Manuel Serrat, no sólo tiene una sonrisa encantadora. También frunce el ceño.

Friday, October 07, 2016

LAS HERMANAS BRONTË




Las hermanas Brontë vivieron una vida rutinaria y llena de dificultades de toda índole. Si bien no pasaron hambre, convivieron con la sencillez y la austeridad, con la ausencia de su madre, con la muerte (dos de sus hermanas murieron siendo niñas...). Con el viento frío y el paisaje inhóspito de los páramos que rodeaban al pequeño pueblo inglés en el que vivían.
Emily, Charlotte y Anne no eran agraciadas físicamente, experi
...mentaron en su paso por la vida en el siglo XIX el amor no correspondido, no fueron madres, sufrieron por su inteligente hermano, al que adoraban y que se degradó haciéndose alcohólico sin remedio.
En estos días en que leo sus biografías y sus libros, me siento muy cercana a ellas. Siento por ellas una sincera admiración.Qué inteligentes eran, qué profundas, qué exquisitas, qué cultas.
Dentro de su pequeña, ordenada y pulcra casita, donde habitaban con su padre clérigo, junto a la iglesia y cuya ventana daba al cementerio, escribieron grandes obras literarias. En un saloncito pequeño, cuando terminaban de hacer sus tareas cotidianas.
La vida es sorprendente. La mejores flores crecen en los sitios más inesperados. Es caprichoso el destino.
Pasaron por la vida siendo muy conscientes de que pasaban. De la vida y de la muerte. Quizás si hubieran sabido que pasarían a la historia, todas las carencias, frustraciones y enfermedades que, como seres humanos sufrieron -todos los mortales las sufrimos en mayor o menor medida- se les habrían hecho más llevaderas. O quizá fue suficiente con el placer de crear, de dar vidas a sus personajes, de proyectar fuera de sí sus fantasías.
Yo creo que sí. Quiero creer que el placer de crear les compensó en buena parte de todo lo demás, y dio sentido pleno a su existencia.
Cuánto me hubiera gustado conocerlas y hablar con ellas, que me invitaran a un té junto a su chimenea, qué prodigio de mujeres, qué mentes tan lúcidas, qué lejanas en el tiempo, y a la vez qué cercanas las siento en cuanto a sus inquietudes: la vida, el amor, la muerte... Finalmente, siglos aparte, el corazón del poeta, es siempre el mismo