CARNE DE MI CARNE
Sois grandes.
Crecisteis deprisa, tan deprisa...
que me cuesta mucho asimilarlo.
Carne de mi carne, risa de mi risa.
Nuestro cordón umbilical, siempre
encendido: activo, interactuando.
No descansa nunca, nunca.
No duerme cuando yo duermo.
Cuando yo duermo, y en mis sueños
aún sois mis niños pequeños,
a los que protejo y me necesitan.
Sois grandes ahora.
Grandes por fuera y por dentro.
Miguel y Luis: carne de mi carne.
Semillas crecidas milagrosamente.
Por vosotros sería una loba
si fuera necesario.
Parir es estar pariendo siempre.
Es no dejar de parir ningún día.
Duele el parto y no es sino un anticipo
de lo que duele el amor de madre.
Sois grandes.
No hay en mi vida mayor alegría
que vosotros.