La salud es el bien más preciado, y todos, en el fondo, lo sabemos, por mucho que hablemos continuamente de política, de economía, de otras cosas.
Lo sabemos, y por eso, cuando brindamos con los amigos, con la familia, decimos “salud!”, pero es cuando ésta peligra cuando nos hacemos conscientes de lo que es.
Es, ni más ni menos, el salva-conducto que nos permite vivir, siendo capaces de ser aceptablemente felices, ver salir el sol, tener planes, ilusiones, reír, amar.
Sin la salud, sólo existe la falta de salud, lo demás pasa a un segundo plano.
El coronavirus ha venido y nos dice en nuestra cara que somos muy vulnerables, que en cualquier momento se puede acabar todo, que seamos humildes, que nos cuidemos, que bajemos de nuestra fanática escalada hacia la soberbia de creernos todopoderosos.
En esta tarde de abril, brindo con vosotros y por vosotros digo con fe y energía: SALUD!!!!