HOY ES SIEMPRE TODAVÍA
A Antonio Machado Y yo estoy aquí, Antonio, en otro siglo, en otro tiempo, lejano a tu existencia; y sin embargo, qué cerca hoy tu alma a través de tus letras. Y yo estoy aquí, Antonio, emocionada, lágrimas son mis ojos cuando leo tu vida: tu cultura, tu bondad, tus pensamientos, tu gran filosofía. Te siento , extrañamente, como a un tío... no sé, como a un amigo al que conociera, entrañablemente, así yo te siento, como si te quisiera. Ya pasó, Antonio, tu pesar y tu angustia, la punzada que fue la muerte de Leonor; tu continuo interés por lo social y lo justo, la búsqueda de Dios. Ya pasó, Antonio, el río de tu vida -ese amor imposible que llamaste Guiomar, la soledad que te acompañó siempre...- y llegaste a la mar. Ya pasó, Antonio, tu obsesión con el tiempo que corre inexorable, tu afán por caminar; la nostalgia que siempre tuviste de la infancia, tu verdad (no, la verdad...). Ya pasó todo, la paz y la guerra, tu familia que estuvo contigo hasta el final, tu extenuación, tu asma, la vejez de tu madre, y Manuel que no está. Ya pasó todo, Antonio, caminante, todo pasa y todo queda, tú tenías razón: porque tu pasate, pero te has quedado: hoy lo atestiguo yo. Donde quiera que esté usted, don Antonio, don Antonio Machado, al que muerto creía, sepa que usted no está muerto, porque hoy.... ¡¡¡hoy es siempre todavía!!!