GAFAS DE CERCA: September 2016

GAFAS DE CERCA

Friday, September 30, 2016

PROMETO NO SOLTARME EL PELO



Prometo que voy a ser la mujer que debo.
Me pondré piedras en los zapatos

para estar siempre con los pies en el suelo.
Prometo no reír a destiempo,
y sólo beberé cerveza las fiestas de guardar.
Tendré siempre la cordura a la hora fijada,
y erradicaré de mi cabeza todas las fantasías.
Fumigaré con mata-sueños si hace falta.
Prometo que voy a ser la mujer que debo.
Me tatuaré mi fecha de nacimiento,
para ser fiel a la edad que ésta marque:
todos los días, todas las horas, la iré actualizando.
Recordaré la pasión, el amor, las ilusiones,
como cosas lindas que en la juventud suceden.
Recordaré simplemente.
Plancharé y almidonaré las pelis de final ambiguo.
Y seré implacable con la duda: dos y dos son cuatro,
y no se le da más vueltas.
Cuando mi alma de poeta llore por todo ello,
no la cogeré en brazos para que no se mal-acostumbre.
Prometo que voy a ser la mujer que debo.
Prometo que no llevaré el pelo suelto.

SI NO ESTÁS SEGURA, VE DESPACIO



Si no estás segura, ve despacio.
Ve despacio, ve despacio.

Ten cuidado con las aristas, con los celos,
con las miradas desmedidas, con los coches que avanzan.
Si no estás segura, ve despacio.
Ellos dos son lo más importante, rebasa el sentimiento;
los dos, los dos, sin medida ni mesura.
Ve despacio, ve despacio, si no estás lúcida del todo.
Todo sucedió según el cosmos quiso,
si bien no pareciera ni perfecto ni adecuado.
Pero quiso el universo, fuimos obedientes.
Los ojos eran negros, pero cambiaban,
de rojo a verde -quizás ámbar?-según el momento.
Si no estás segura, ve despacio.
Aunque jamás llegues al destino.
Aunque no alcances la meta.
Merecías esta anestesia después del sufrimiento.
La soledad no es medible, tampoco la compañía.
No digamos el amor!
Ve despacio, ve despacio.
Lo único importante es no rodar por el precipicio.
Ve despacio.

LA ALEGRÍA






La alegría no está en las calles,
aunque estén alborotadas y repletas
de adolescentes ávidos de viernes.
No está en saborear mi cena favorita
con una cerveza –qué rica- bien fría.
Ni en las risas –aunque también-
con los amigos.
La alegría no está ni siquiera en la paz
que me ofrece meditar, ni en el reposo
que es para mis ojos la naturaleza,
ni en la aromaterapia
de mis varitas de incienso.
Claro que me gusta la lectura,
y ver una peli en la pantalla grande.
Claro que me gusta no tener que madrugar
mañana, y mi bendito plan de sentir
en mi piel el sol, y sumergirme en el mar
(qué calor hace).
Pero ni siquiera en el mar está la alegría.
Ni en esta última puesta de sol
-belleza absoluta- de septiembre.
La alegría es verte a ti feliz.
Verte a ti feliz, eso es la alegría.